sábado, 16 de noviembre de 2013

OPERACIÓN DE PEZONES INVERTIDOS

   Entre un  5-10% de las mujeres presentan un pezón invertido, esto es un pezón que está umbilicado y que con frecuencia ni siquiera sale para fuera con el frío, roce o estimulación manual. Es importante diferenciar el pezón retraído secundario (procesos tumorales, inflamatorios, cirugías previas,...) del pezón invertido congénito, pues el tratamiento será diferente.

     El pezón es una estructura que está atravesada por 12-18 conductos galactóforos y fibras musculares lisas que conectan la glándula mamaria con la superficie de la areola y el pezón. El pezón invertido congénito es debido a que las estructuras que unen la glándula mamaria con el pezón son demasiado cortas, impidiendo la erección del pezón. Hay tres grados de pezón invertido, dependiendo de grado de acortamiento y afectación de los conductos, siendo en el grado III imposible de conseguir la exteriorización del pezón manualmente. Aunque en muchos casos no se ve afectada la lactancia, hasta un 56% de las mujeres con pezón invertido tendrán dificultades con la lactancia materna, en concreto los grados II y III. La proyección del pezón varia entre 5-10 mm , siendo lo más frecuente de 6-8 mm de altura.

  Puede ser unilateral o bilateral y supone un gran complejo para muchas mujeres, que se sienten menos femeninas y con frecuencia se preguntan si esto afectará a su futura maternidad. Además de la repercusión psicológica, sobre todo en el grado III, con frecuencia las mujeres padecen de eczemas, infecciones y dificultad para la higiene de esta zona íntima.
 
  Se han descrito varias técnicas para corregir los pezones invertidos, algunas intentan conservar la integridad de los conductos galactóforos para preservar la lactancia en el futuro, pero se encuentran con un alto índice de recidivas. En los casos leves I-II pueden intertarse  técnicas menos agresivas que cortan sólo los tractos fibrosos centrales  dejando un tutor externo durante el periodo de cicatrización, pero aún así  no evitamos la recidiva al 100%. En el grado III la única solución es cortar todos los conductos galactóforos y dar unos puntos de fijación externos que colapsen el espacio interno hasta que termina el proceso de cicatrización y se adhieren las paredes internas del pezón. También se puede rellenar el espacio interno con algún tejido propio(dermis,grasa) para evitar que la cicatrización vuelva a retraer el pezón. Tiene el inconveniente de impedir la lactancia materna en el futuro.
 
   La cirugía de corrección de pezones invertidos consigue un pecho de aspecto más natural y atractivo, mejora la seguridad y autoestima de la mujer. Se realiza con anestesia local y de forma ambulatoria. Durante 2-3 semanas puede notar pequeñas molestias y cambios en la sensibilidad, que desaparecerán completamente.





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lunes, 11 de noviembre de 2013

PRÓTESIS MAMARIAS DE ÚLTIMA GENERACIÓN


  El aumento de mamas es la cirugía más demandada en cualquier consulta de cirugía plástica. Es tanta la información en internet sobre este tema que las pacientes que acuden a la consulta con frecuencia llegan con una gran cantidad de preguntas y mucha confusión respecto a este tema (qué tipo de prótesis me van a poner, por dónde es mejor, en que plano, son las prótesis para toda la vida.......).

  En cuanto al tipo de prótesis, yo recomiendo las de última generación, de superficie rugosa (texturada) y rellenas de gel de silicona cohesivo. La superficie rugosa tiene varias ventajas sobre las de superficie lisa, como menor porcentaje de contractura capsular, menor índice de rotura y desgaste más duradero. El gel de silicona cohesivo, mantiene su forma aún en caso de rotura de la cubierta, por lo que no migra a otras partes del cuerpo y por tanto no es necesario un recambio inmediato, como ocurría con las prótesis antiguas de gel de silicona líquido. Por todo ello se dice que estas prótesis son para toda la vida en tanto que la cápsula que rodea las prótesis se mantenga integra e impermeable. No obstante hay que hacer revisiones anuales a partir de los 10 años del implante, para asegurarse que no hay irregularidades y todo está bien.


  Actualmente hay múltiples formas de prótesis, redondas y anatómicas, y cada una de ellas a su vez se dividen en varios grados de perfil, bajo, medio, alto y extra alto. Por regla general para un aumento normal las prótesis redondas se adaptan fenomenal en casi todos los casos, escogiendo el perfil según las proporciones anatómicas y teniendo en cuenta el gusto de cada paciente en cuanto a proyección y volumen. Las prótesis anatómicas las reservamos para casos especiales de mamas tuberosas, con polo inferior corto y casos de pseudoptosis, en los que necesitan más volumen en la parte inferior de la mama.





  Otro tema controvertido es la vía de abordaje (axilar, periareolar, surco submamario), pues a menudo la paciente refiere que a leído o le han dicho, que esta es mejor que aquella o viceversa. En mi opinión cualquier vía es adecuada si el cirujano la practica con frecuencia y la maneja con cuidado. Yo en particular prefiero la incisión en el surco submamario por varias razones, es una incisión pequeña que queda disimulada por el pliegue natural de la mama, permite un acceso directo y amplio al plano de colocación de la prótesis, no se toca la glándula mamaria, no precisa de instrumentación especial para la disección y es fácil y rápida de ejecutar. En algunos casos recomendamos la vía periareolar cuando creemos que está indicado.

  En cuanto a la posición del implante, tenemos el plano submuscular, subfascial y subglandular. Dependiendo de varios factores, calidad de la piel, cantidad de volumen glandular, forma de la mama y demás estructuras del tórax de la paciente, recomendaremos el plano submuscular o subfascial. En general si el volumen a poner es grande recomendamos el plano submuscular para garantizar la sujección a largo plazo.

   Finalmente decir que lo importante es acudir a un buen cirujano, con experiencia y dejarse aconsejar por su opinión, pues la cirugía no es ir a comprarse un abrigo en unos grandes almacenes, y la confianza y entendimiento entre médico y paciente es fundamental.


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